VIRGEN DE GUADALUPE PATRONA DE EXTREMADURA Y REINA DE LA HISPANIDAD
BASÍLICA DE GUADALUPE TEMPLO JUBILAR 2025
Archivos
- octubre 2025
- septiembre 2025
- julio 2025
- mayo 2025
- abril 2025
- marzo 2025
- octubre 2024
- agosto 2024
- marzo 2024
- febrero 2024
- octubre 2023
- septiembre 2023
- agosto 2023
- junio 2023
- mayo 2023
- julio 2022
- abril 2022
- marzo 2022
- febrero 2022
- enero 2022
- diciembre 2021
- noviembre 2021
- octubre 2021
- septiembre 2021
- julio 2021
- junio 2021
- mayo 2021
- abril 2021
- marzo 2021
- febrero 2021
- enero 2021
- diciembre 2020
- noviembre 2020
- octubre 2020
- septiembre 2020
- agosto 2020
- julio 2020
- julio 2018
- junio 2018
- mayo 2018
- abril 2018
- marzo 2018
- febrero 2018
ESPIRITUALIDAD FRANCISCANA / «ALABANZAS AL DIOS ALTÍSIMO» / Fr. Antonio Majeesh George Kallely, OFM.
Publicado en ESPIRITUALIDAD FRANCISCANA
Comentarios desactivados en ESPIRITUALIDAD FRANCISCANA / «ALABANZAS AL DIOS ALTÍSIMO» / Fr. Antonio Majeesh George Kallely, OFM.
… Y DESDE AQUELLA HORA LA ACOGIÓ EN SU CASA.
Fr. Guillermo Cerrato Chamizo
En la hora de nona, hora de dolor y sufrimiento, de cruz y muerte redentora, El Maestro, fija su mirada en el pequeño grupo que lo siguió hasta el Calvario y pronuncia se lección más profunda y magistral. Lega a los suyos su última y suprema voluntad, y entre los suyos, junto a la Cruz donde entrega y se le escapa la vida, fija la mirada en su Madre del alma y en el discípulo amado, y exclama: “Mujer ha tienes a tu hijo.” Luego dice al discípulo: “Ahí tienes a tu madre.” Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa.” ((In.19,26-27)
En la hora suprema, hora en que el Verbo encarnado del Padre está apunto de consumar la obra de su amor eterno e incondicional por nosotros, misiona a María, su madre, una nueva y nada fácil maternidad. A su vez pide al discípulo amado que la acoja en el hogar de su corazón filial.
María, mientras el Grano de trigo muere, nace a nueva y difícil maternidad: Madre de la Iglesia.
Juan, el discípulo amado es convocado a nueva misión e ineludible compromiso y responsabilidad filial: Amarla como a Madre
En esta nuestra hora, y quinto Año Jubilar Guadalupense de estos primeros veinte años del segundo milenio, queremos que en el corazón de cada discípulo de Jesucristo y en cada familia cristiana y guadalupana, la Stma. Virgen encuentre su hogar y casa.
En esta hora nuestra, no exenta de dolor y cruz, tras las consecuencias del Covid – 19 deseamos:
– Que cada creyente abra las puertas de su corazón a la Stma. Virgen de Guadalupe.
– Que cada familia cristiana vuelva a acogerla en su casa.
-Que cada comunidad eclesial se empeñe en ser el hogar de amor, vida y comunión que tiene derecho a esperar Madre tan excelsa, Reina de las Españas y tan bendita y celestial Patrona de Extremadura.
Queremos que, como cantas sus loas, ejerza su maternidad eclesial para con todos nosotros como “madre cariñosa que mil favores distribuye”. Valimiento, y abogada nuestra. Y es que ya desde la antigüedad, dicen sus loas:
“Cuando en Roma cruel peste mortífera se difunde,
El pueblo en públicas preces a tu protección acude.
Y tal fue tu valimiento que la peste lejos huye.
Y Dios cura las heridas y da consuelo al que sufre”
No lo dudes, “el mayor y mejor regalo que Dios da, es su Madre y el regalo de su amor”.
El Año Jubilar Guadalupense, se abrirá solemnemente el día 2 de agosto, fiesta del perdón de Asís. A las doce de la mañana comenzará este Año de Gracia, con la liturgia de apertura de la Puerta Santa y la Solemne Eucaristía de Peregrinos. Será jornada y año de singulares gracias de lo Alto y experiencias gozosas de amor y perdón por parte de Dios para con nosotros en y a través de la Santísima Virgen de Guadalupe.
Publicado en Noticias
Comentarios desactivados en … Y DESDE AQUELLA HORA LA ACOGIÓ EN SU CASA.
REFLEXIÓN Y MEDITACIÓN DEL EVANGELIO DE HOY/ 20 DE AGOSTO 2020.
San Mateo 22,1-14: Parábola del banquete de bodas.
En evangelio de hoy contiene una parábola principal: la del banquete de bodas, y otra, independiente en su origen, pero adosada a la misma por el evangelista: la del traje de fiesta.
El pueblo de Israel ha sido el primer invitado, porque es el pueblo de la promesa y de la Alianza. Pero dice que no, se resiste a reconocer en Jesús al Mesías, no sabe aprovechar la hora de la gracia. Y entonces Dios invita a otros al banquete que tiene preparado. Cuando Mateo escribe el evangelio, Jerusalén ya ha sido destruida y van entrando pueblos paganos en la Iglesia. La parábola tiene un apéndice sorprendente: el amo despacha y castiga a uno de los invitados que no ha venido con vestido de boda. No basta con entrar en la fiesta: se requiere una actitud coherente con la invitación. Como cuando a cinco de las muchachas, invitadas como damas de honor de la novia, les faltó el aceite y no pudieron entrar.
Esta parábola nos sugiere una primera reflexión: la visión optimista que Jesús nos da de su Reino. ¿Nos hubiéramos atrevido nosotros a comparar a la Iglesia, sin más, a un banquete de bodas? Pues Jesús la compara con la fiesta y la boda y el banquete. La boda de Dios con la humanidad, la boda de Cristo con su Iglesia. Aunque muchos no acepten la invitación -llenos de sí mismos, o bloqueados por las preocupaciones de este mundo-, Dios no cede en su programa de fiesta. Invita a otros: «la boda está preparada… convidadlos a la boda». El cristianismo es, ante todo, vida, amor, fiesta. El signo central que Jesús pensó para la Eucaristía, no fue el ayuno, sino el «comer y beber», y no beber agua, la bebida normal entonces y ahora, sino una más festiva, el vino.
También podemos recoger el aviso de Jesús sobre el vestido que se necesita para esta fiesta. No basta entrar en la Iglesia, o pertenecer a una familia cristiana o a una comunidad religiosa. Se requiere una conversión y una actitud de fe coherente con la invitación: Jesús pide a los suyos, no sólo palabras, sino obras, y una «justicia» mayor que la de los fariseos. Cuando Jesús alaba a los paganos en el evangelio, como al centurión o a la mujer cananea o al samaritano, es porque ve en ellos una fe mayor que la de los judíos: ése es el vestido para la fiesta.
Y es que no hay nada más exigente que la gratuidad y la invitación a una fiesta. Como decía San Francisco de Asís, todo lo que tenemos es don de Dios por eso debemos que devolver a Dios y a los demás. También todo don es también un compromiso. Los que somos invitados a la fiesta del banquete -a la hora primera o a la undécima, es igual- debemos «revestirnos de Cristo» (Ga 3,27), «despojarnos del hombre viejo, con sus obras, y revestirnos del hombre nuevo» (Col 3,10).
Vamos a pedir al Señor que nos dé un corazón de carne; dice en la primera lectura de hoy, (Os daré un corazón, y os infundiré un espíritu nuevo; arrancaré de vuestra carne el corazón piedra, y os daré un corazón de carne ( Ez36, 26).
¡Paz y bien!
Fr. Antonio Majeesh George Kallely, OFM.
Publicado en Noticias
Comentarios desactivados en REFLEXIÓN Y MEDITACIÓN DEL EVANGELIO DE HOY/ 20 DE AGOSTO 2020.