
VIRGEN DE GUADALUPE PATRONA DE EXTREMADURA Y REINA DE LA HISPANIDAD
BASÍLICA DE GUADALUPE TEMPLO JUBILAR 2025
Archivos
- diciembre 2025
- noviembre 2025
- octubre 2025
- septiembre 2025
- julio 2025
- mayo 2025
- abril 2025
- marzo 2025
- octubre 2024
- agosto 2024
- marzo 2024
- febrero 2024
- octubre 2023
- septiembre 2023
- agosto 2023
- junio 2023
- mayo 2023
- julio 2022
- abril 2022
- marzo 2022
- febrero 2022
- enero 2022
- diciembre 2021
- noviembre 2021
- octubre 2021
- septiembre 2021
- julio 2021
- junio 2021
- mayo 2021
- abril 2021
- marzo 2021
- febrero 2021
- enero 2021
- diciembre 2020
- noviembre 2020
- octubre 2020
- septiembre 2020
- agosto 2020
- julio 2020
- julio 2018
- junio 2018
- mayo 2018
- abril 2018
- marzo 2018
- febrero 2018
Reflexión del Evangelio de hoy| Sábado 20 de febrero de 2021| Fr. Antonio Franciscano, OFM
Publicado en REFLEXIÓN Y MEDITACIÓN DEL EVANGELIO
Comentarios desactivados en Reflexión del Evangelio de hoy| Sábado 20 de febrero de 2021| Fr. Antonio Franciscano, OFM
Evangelio y Reflexión del día. Por Fray Manuel Díaz Buiza
Evangelio según san Lucas (5,27-32)
En aquel tiempo, Jesús vio a un publicano llamado Leví, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: «Sígueme.»
Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió. Leví ofreció en su honor un gran banquete en su casa, y estaban a la mesa con ellos un gran número de publicanos y otros.
Los fariseos y los escribas dijeron a sus discípulos, criticándolo: «¿Cómo es que coméis y bebéis con publicanos y pecadores?»
Jesús les replicó: «No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a que se conviertan.»
Palabra del Señor
La religión judía a lo más que hace con un pecador colaboracionista con el enemigo ocupante del pueblo judio, como era Leví, es reconocer su condición de pecador, etiquetarlo y apartarlo de los «justos» observadores de la ley que podían ayunar aunque su corazón estuvieran muy lejos de la misericordia de Dios y muy seco de amor.
Jesús lo que hace, como ha hecho a lo largo de su camino, es compartir la mesa con los pecadores para dar sentido, ya de antemano, a la eucaristía en la que la sangre del Hijo de Dios se derramará para «el perdón de los pecados». Llegado para curar y salvar, Jesús se comportó hasta la muerte como un buen médico que llama a los enfermos a la conversión, a la salud, hasta dar la vida por ellos.
Y Leví lo abandonó todo para seguir a Jesús. Se convirtió. Sintió no solo el perdón de Dios sino todos sus gestos previos de acogida sin juicio, de cercanía sincera, de complicidad amorosa con su vida. Pues bien sabe Dios que solo el calor y la confianza que da el amor puede salvar al hombre. Nuestra práctica religiosa solo tiene sentido cuando brota de un corazón convertido, entonces es el mejor signo de apertura a Dios y a los demás, de lo contrario, es fría y rígida.
Y es precisamente esto lo que los justos nunca podrán comprender. Jamás aceptarán comer con los pecadores. Por eso aunque los justos se crean tan cerca de Dios y tan merecedores de su amor, están muy, muy lejos de entrar en esta dinámica de salvación. Sus méritos y su fidelidad a las practicas religiosas les han hecho pensar que son dignos ante Dios y lo serán, pero todavía no han experimentado el calor y la misericordia del amor de Dios. Y Leví si.
¡Paz y Bien!
Publicado en REFLEXIÓN Y MEDITACIÓN DEL EVANGELIO
Comentarios desactivados en Evangelio y Reflexión del día. Por Fray Manuel Díaz Buiza
Informativos de Telecinco
Publicado en ESPIRITUALIDAD FRANCISCANA
Comentarios desactivados en Informativos de Telecinco








