Evangelio y Reflexión del día. Por Fray Manuel Díaz Buiza 1 2

Evangelio según san Mateo (16,13-19)

En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: «¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?»
Ellos contestaron: «Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas.»
Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?»
Simón Pedro tomó la palabra y dijo: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.»
Jesús le respondió: «¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo. Ahora te digo yo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo.»
Palabra del Señor

La «cátedra» de Pedro, cuya fiesta celebramos hoy, no fue nunca la de un escriba o un doctor, si no la de humilde pastor que, como el mismo Jesús, entregó su vida por sus ovejas. En Roma, antes de sufrir el martirio, sin duda experimentó la pobreza. Así es como se edifica la Iglesia; su piedra angular está en el Calvario, y sus piedras vivas encuentra su solidez en la fe de los fieles de Cristo. Siendo así, ¿no convenía que fuera el apóstol Pedro, el que lo reconoce como el Hijo de Dios, y el primero en participar en la cruz del Señor el que confirmara en la fe a sus hermanos?

¡Paz y Bien!

Publicado en REFLEXIÓN Y MEDITACIÓN DEL EVANGELIO | Comentarios desactivados en Evangelio y Reflexión del día. Por Fray Manuel Díaz Buiza 1 2

Reflexión del Evangelio | I Domingo de Cuaresma | Fr. Antonio Franciscano, OFM

Publicado en REFLEXIÓN Y MEDITACIÓN DEL EVANGELIO | Comentarios desactivados en Reflexión del Evangelio | I Domingo de Cuaresma | Fr. Antonio Franciscano, OFM

Evangelio y Reflexión del día. Por Fray Manuel Díaz Buiza

Evangelio según san Marcos (1,12-15)

En aquel tiempo, el Espíritu empujó a Jesús al desierto. Se quedó en el desierto cuarenta días, dejándose tentar por Satanás; vivía entre alimañas, y los ángeles le servían. Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios.
Decía: «Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio.»
Palabra del Señor

«El Espíritu empujó a Jesús al desierto». El desierto siempre recuerda que vamos de paso. Es lugar de purificación y de esperanza. Lugar de las grandes batallas y para los grandes encuentros.
Y Jesús, como uno más, entró en el desierto. A solas con su limitación y con su miedo, cercado por una naturaleza que se le encrespa:»vivía entre alimañas»; sin seguridades en que apoyarse «dejándose tentar por satanás»; desgastado por el hambre y la sed. Una batalla que no será vencida de una vez para siempre, que irá ganando día a día, hasta el fracaso de la cruz.
Nosotros, en este primer domingo de Cuaresma, estamos invitados también a entrar en el desierto de nuestro corazón. En él nos vamos convenciendo de la inutilidad de tantas cosas que antes creíamos necesarias; de los débiles que eran nuestros puntos de apoyo. El desierto invita a dejar pesos inútiles que nos impiden caminar con paso firme; las comodidades que acabaran enmoheciendo la disponibilidad; el consumismo que pone en peligro toda nuestra escala de valores y, las seguridades que nos tientan a que apartemos los ojos del que es nuestra única seguridad: el Señor.
En el desierto, en definitiva, nos damos cuenta de nuestra radical pobreza, y se abre la hermosa posibilidad de acabar descubriendo que Dios es nuestra riqueza.
Y así, superaras las grandes tentaciones de la vida de los hombres: poder, placer y poseer pasa salir fortalecidos y deseosos de vivir la vida con la libertad de los hijos de Dios.
¡Feliz Domingo!

¡Paz y Bien!

Publicado en REFLEXIÓN Y MEDITACIÓN DEL EVANGELIO | Comentarios desactivados en Evangelio y Reflexión del día. Por Fray Manuel Díaz Buiza