Hola queridos hermanos y hermanas en la fe, paz y bien.
En estos últimos días de Cuaresma, te envío esta devoción de las Cinco Llagas, para meditar y pedir por todos los que de alguna manera, están unidos a Cristo sufriente. Cercana ya la Semana Santa, la liturgia nos manifiesta, que ya ha llegado la hora de Jesús. Te deseo en este ejercicio, que contemplando las marcas de la Pasión, puedas comprender y creer más intensamente, que el misterio de la Salvación, es también un misterio de amor.
Fr. Antonio franciscano, OFM