En el evangelio leemos el testimonio que Juan Bautista da de Jesús, siguiendo con la lectura del primer capítulo de Juan. El Bautista, al que habíamos oído en el Adviento preparando los caminos del Señor, ahora lo señala ya presente en medio de Israel.
En los primeros días de este nuevo año, los que estamos celebrando en cristiano la Encarnación de Dios en nuestra historia, tenemos motivos para llenarnos de alegría y empezar el año en la confianza. El Dios-con-nosotros, sigue siendo la base de nuestra fiesta, y permanecerle fieles la mejor consigna para el nuevo año.
Nosotros hemos aceptado a Cristo Jesús en nuestra historia, en nuestra existencia personal y comunitaria. No por eso sucederán milagros en nuestra vida, pero si Navidad continúa dentro de nosotros, y no sólo en los días del calendario, cambiará el color de todo el año. El Señor saldrá a nuestro encuentro cada día, en la vida ordinaria, en los días felices y en los de tormenta, para darnos ánimos y sentido de vivir.
Fr. Antonio Majeesh George Kallely, OFM
¡Paz y bien!