Querido hermano, te escribo estas palabras para agradecerte de todo corazón tu compañía en el día de ayer. Me imagino el esfuerzo que tuviste que realizar para venir hasta Guadalupe y te lo agradezco de todo corazón. No obstante te ruego que sigas pidiendo por mí ante el Señor y Ntra. Madre Inmaculada, para que mi consagración se renueve de día en día con corazón indiviso. Junto a estas palabras de agradecimiento, aprovecho para felicitarte por ser hoy la Solemnidad de Ntro. P. S. Francisco. Que él nos dé su bendición. Gracias por todo y que Dios te lo pague. Un fuerte abrazo.
Fr. Antonio Majeesh George Kallely, OFM