Viernes Santo: Un amor consumado
Pasión de nuestro Señor Jesucristo según san Juan (18,1–19,42)
Os comentaba ayer que abrirse al Don del amor, era muy peligroso porque muy probablemente nos hagamos daño.
Es por esto por lo que Jesús murió, por amor.
En la cruz contemplamos la consumación de un amor que se ha manifestado siempre apasionado. Un amor que todo lo aguanta, todo lo supera, todo lo perdona, todo lo entrega. Un amor así de grande.
En la cruz, en el sufrimiento, en el dolor y en la muerte, Jesús nos amó. ¿Serás tú capaz en tu cruz, en tu sufrimiento, en tu muerte, amar como lo hizo Él? Si así lo haces habrás entendido el sentido del Viernes Santo.
Hoy es día de luto, de llanto, hoy ante el Hijo muerto, todo calla, hasta el estómago se niega a comer; el ayuno y la abstinencia bien pueden ser medios eficaces para ayudarnos a adentrarnos en esta selva negra del dolor, pasión y muerte del Señor.
Oremos en este día de modo muy especial por todos los cristianos perseguidos, por los cristianos de Tierra Santa y por los franciscanos que la custodian.
¡Paz y Bien!