Evangelio y Reflexión del día. Por Fray Manuel Díaz Buiza

Evangelio según san Marcos (6,30-34)

En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús, y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado.
Él les dijo:
«Venid vosotros a solas a un lugar desierto a descansar un poco».
Porque eran tantos los que iban y venían, que no encontraban tiempo ni para comer.
Se fueron en barca a solas a un lugar desierto.
Muchos los vieron marcharse y los reconocieron; entonces de todas las aldeas fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. Al desembarcar, Jesús vio una multitud y se compadeció de ella, porque andaban como ovejas que no tienen pastor; y se puso a enseñarles muchas cosas.
Palabra del Señor

Enamora este Jesús que envuelve y arropa con su ternura a sus discípulos que acaban de regresar de su misión.
Bien sabe Él que el corazón del hombre necesita descansar, tomar fuerza en la intimidad, alimentarse y fortalecerse con el amor, la ternura y la compasión del que te quiere.
No hay misión verdadera, ni anuncio auténtico sin esta experiencia de reposar nuestro espíritu en su Presencia. Sin vida interior, sin encuentro con el Señor en la intimidad de la oración, la vida del discípulo se disipa y se pierde en mil quehaceres que terminan despistándolo de lo esencial.
Jesús no sólo a los suyos les muestra su ternura y compasión, sino también a «tantos que andan como ovejas sin pastor» les enseña todo lo necesario para saciarle su hambre mas profunda con la verdad de Dios y mostrarle el camino que conduce a la Vida, meta y fin de toda existencia humana.

¡Paz y Bien!

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