Fr. Guillermo Cerrato Chamizo
En la hora de nona, hora de dolor y sufrimiento, de cruz y muerte redentora, El Maestro, fija su mirada en el pequeño grupo que lo siguió hasta el Calvario y pronuncia se lección más profunda y magistral. Lega a los suyos su última y suprema voluntad, y entre los suyos, junto a la Cruz donde entrega y se le escapa la vida, fija la mirada en su Madre del alma y en el discípulo amado, y exclama: “Mujer ha tienes a tu hijo.” Luego dice al discípulo: “Ahí tienes a tu madre.” Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa.” ((In.19,26-27)
En la hora suprema, hora en que el Verbo encarnado del Padre está apunto de consumar la obra de su amor eterno e incondicional por nosotros, misiona a María, su madre, una nueva y nada fácil maternidad. A su vez pide al discípulo amado que la acoja en el hogar de su corazón filial.
María, mientras el Grano de trigo muere, nace a nueva y difícil maternidad: Madre de la Iglesia.
Juan, el discípulo amado es convocado a nueva misión e ineludible compromiso y responsabilidad filial: Amarla como a Madre
En esta nuestra hora, y quinto Año Jubilar Guadalupense de estos primeros veinte años del segundo milenio, queremos que en el corazón de cada discípulo de Jesucristo y en cada familia cristiana y guadalupana, la Stma. Virgen encuentre su hogar y casa.
En esta hora nuestra, no exenta de dolor y cruz, tras las consecuencias del Covid – 19 deseamos:
– Que cada creyente abra las puertas de su corazón a la Stma. Virgen de Guadalupe.
– Que cada familia cristiana vuelva a acogerla en su casa.
-Que cada comunidad eclesial se empeñe en ser el hogar de amor, vida y comunión que tiene derecho a esperar Madre tan excelsa, Reina de las Españas y tan bendita y celestial Patrona de Extremadura.
Queremos que, como cantas sus loas, ejerza su maternidad eclesial para con todos nosotros como “madre cariñosa que mil favores distribuye”. Valimiento, y abogada nuestra. Y es que ya desde la antigüedad, dicen sus loas:
“Cuando en Roma cruel peste mortífera se difunde,
El pueblo en públicas preces a tu protección acude.
Y tal fue tu valimiento que la peste lejos huye.
Y Dios cura las heridas y da consuelo al que sufre”
No lo dudes, “el mayor y mejor regalo que Dios da, es su Madre y el regalo de su amor”.
El Año Jubilar Guadalupense, se abrirá solemnemente el día 2 de agosto, fiesta del perdón de Asís. A las doce de la mañana comenzará este Año de Gracia, con la liturgia de apertura de la Puerta Santa y la Solemne Eucaristía de Peregrinos. Será jornada y año de singulares gracias de lo Alto y experiencias gozosas de amor y perdón por parte de Dios para con nosotros en y a través de la Santísima Virgen de Guadalupe.