Saludo

Guadalupe es el nombre de un río pequeño y de una Virgen negra ilustre que apareció a finales del siglo XIII; de una villa cacereña y de un santuario famoso, situado en la serranía de Las Villuercas, provincia de Cáceres, tierras de la Extremadura.

Y decir Guadalupe es traer permanentemente a la memoria retazos de la grandeza y sombras de la Corona de Castilla, de sus reyes peregrinos, de la unidad nacional, de la epopeya americana, de las visitas y promesas de Cristóbal Colón, del fervor de los descubridores y conquistadores del Nuevo Mundo, de la propagación de la fe en la Tierra sin Mal, de la serie innumerable de santos peregrinos (Juan de Ávila, Pedro de Alcántara, Teresa de Jesús, Juan de Dios, Cristóbal de santa Catalina, Juan Pablo II…), de peregrinos célebres y nobles (marqués de Santillana, Cervantes, Hernán Cortés…), de nobles peregrinos pobres atendidos en sus hospitales, en las alacenas de la portería, en los caseríos por cada uno de sus trece caminos romeros… Porque escribir Guadalupe es cantar las hazañas de Alfonso XI, Enrique III, Enrique IV, Isabel y Fernando, Carlos V, Felipe II, Cisneros, Juan de Austria, Felipe III…; y proclamar que es el Título más universal de la Madre de Dios. Y mentar Guadalupe es asombrarse de las arquitecturas e ingeniería que alzaron los priores seculares en el siglo XIV; del brillo que dio a la Casa la Orden de san Jerónimo, por espacio de seis centurias (1389-1835): medicina, scriptorium y biblioteca, bordados y bodega, bellas artes, Egas Cueman, Giraldo de Merlo, Zurbarán, Lucca Giordano…; de la restauración paciente que los frailes de san Francisco venimos aplicando desde finales de 1908.

En esta página electrónica del Real Monasterio de Guadalupe tiene resumida toda esa historia, estimado visitante. Es un reclamo bienintencionado, porque nuestra invitación es a que venga a este lugar santo y bello, histórico y paradisiaco. En el rostro moreno de esta santa Virgen, Patrona de Extremadura y Reina de la Hispanidad, hallarás muchas respuestas a los interrogantes hondos de la vida cotidiana.

Aquí estamos para guiarte y servirte. Ven y verás.

Los Frailes Franciscanos del Real Monasterio de Guadalupe