En el Monasterio de Guadalupe se conserva una colección de ciento siete códices, de los cuales, noventa y siete son cantorales de gran tamaño, decorados con viñetas, o solo con orlas y algunas letras capitales. Son los denominados libros miniados, elaborados en el scriptorium monástico durante más de 300 años, alcanzando su máximo esplendor en el primer tercio del siglo XVI, momento en el que se realizan las numerosas viñetas, capitales sin historiar y orlas, algunas de las cuales aparecen también más tarde, en libros posteriores de los siglos XVII y XVIII. La colección de este cenobio está formada por treinta y dos libros completos, con capitales historiadas del siglo XVI, más otros treinta y seis, resultado de la recomposición de los siglos XVI y XVII (al trasladarse elementos cortados a los nuevamente elaborados); finalmente cierran este cataĺogo guadalupense, veintinueve cantorales barrocos.
Detalle herraje libro
La actividad del scriptorium guadalupense se conoce debido a las investigaciones realizadas por Fray Carlos Gracia Villacampa, merced a sus trabajos en este Monasterio y en el del Escorial. La actividad de la composición de este tipo de libros comienza en el siglo XV con la llegada de la comunidad jerónima, con algunos escribanos como Fay Antón de Sevilla o Fay Alonso, que fueron los primeros moradores de estos talleres en los que se copiaban libros y se escribían otros documentos. Tras la muerte de estos precursores, llegó a Guadalupe la actividad de Fray Antón de Sanlúcar, considerado como un gran artista en la materia. En esta primera mitad del siglo XV se llevaron a cabo importantes trabajos de iluminación de libros, comparables a los realizados en otros centros artísticos como Sevilla o Toledo, entre otros muchos, como así lo corroboró el alemán Jerónimo Munzer en su visita a Guadalupe en el año 1495, destacando la calidad y el tamaño de los cantorales guadalupenses, así como las iluminaciones de algunos misales. De esta época apenas existen ejemplares en la actualidad, pues todo este legado desapareció en el siglo XVI al sustituir la comunidad jerónima estos libros por otros nuevos, desprendiéndose de ellos mediante ventas a otras abadías y monasterios de la Península. De este periodo se conservan en la actualidad una Biblia, dos pasionarios y un Diurnal, este último conocido como “Libro de Horas del Prior”. Este Diurnal contiene numerosas y miniaturas diversas que decoran sus doscientos folios, con composiciones de varios artistas realizado con técnicas gótico-flamencas, aportaciones de los talleres de Países Bajos y del Renacimiento italiano. Su autoría se le atribuye a Fray Nuño de Arévalo, prior del Monasterio entre los años 1483 y 1495.
Detalle Libro Medicina
Las características a destacar de las obras de esta época son:
Un primer grupo con orlas, que frecuentemente limitan las grandes páginas de los cantorales por sus cuatro caras, con decoración vegetal con predominio del oro, y uso de azules y rosa gótico. Formada por acantos formando roleos, a veces cazando, aves, cuadrúpedos… motivos propios de los modelos flamencos. Suelen tener en la mitad inferior un escudo con ángeles y con el jarrón de azucenas (emblema del Monasterio), el león jerónimo o las iniciales, S.M., en el campo.
Un segundo grupo (finales de siglo o principios del XVI) con elementos de la escuela ganto-brujense, con fondo teñido de oro, sobre el que se dibujan flores, frutas, aves, piezas de orfebrería… propias del Renacimiento.
Las capitales se realizan con azul intenso o rosa, formadas por hojas de acanto espinoso dobladas, que a veces se complementan con otra banda de hojas con bordes festoneados. Estas capitales ofrecen escenas variadas y de muchos estilos (escuela española, pintura gótica, pintura flamenca y renacentista).
Destacamos de esta época el Libro de Horas del Prior ya mencionado, algunas páginas del pasionario I, Las miniaturas Nacimiento de María y la Adoración de los Pastores del Libro 2, Cristo entre dos ángeles y el Nacimiento de Cristo del libro 6, el Pasionario A.
El desarrollo de la actividad coral en la comunidad jerónima durante el siglo XVI propició la renovación y ampliación de los cantorales, tarea que se desarrolla fundamentalmente en el primer tercio de siglo, siendo maestro de escribanos e iluminadores Fray Alonso de Cáceres, como se constata en varios documentos, bien por miniaturistas que trabajaron en el Monasterio (como el seglar Diego de Carrera, Fray Juan de Logrosán, Fray Pedro de Zamora, el escribano Pérez y el escribano Juan Manzano de San Martín, entre otros), encargos a algunos iluminadores como el sevillano Pedro de Palma y Fray Julián de la Fuente Saz o mediante compras.
La producción del siglo XVI es variada, de una gran calidad. Existe un grupo de libros en los que se mezclan elementos renacentistas, el gótico y la corriente flamenca, como se puede apreciar en algunas imágenes del libro IV como es el Brazo de San Joaquín y Santa Ana. Dentro de este grupo se incluyen una serie de viñetas que presentan la capital realizada imitando piezas de orfebrería y en las orlas aparecen abiertamente candilieri. Pertenecen a este grupo la Entrada de Jesús en Jerusalén, del libro 14, El Descenso de Jesús del Limbo del libro 12 o la Crucifixión del libro 21.
En el siglo XVII destaca el iluminador Fray Bartolomé de Logrosán, cuya especialidad eran las imágenes de la Virgen. También tuvo presencia en Guadalupe el escribano Fray Bartolomé de Medellín.
Obras destacadas expuestas en el museo de Libros Miniados
“Passio Domini Nostri Iesuchristi”
Elaborado en el taller de Guadalupe a finales del siglo XVI , aguada sobre pergamino, de tamaño 52×37 cm y catalogado como número 7.
En la colección de Guadalupe existen dos pasionarios de la segunda mitad del siglo XV de gran valor artístico y casi los únicos ejemplares conservados de la colección de ese periodo. Ambos contienen la pasión según los cuatro evangelistas y están decoradas con diversas capitales historiadas. El Libro número 7 cuenta con tres folios iluminados con orlas y otros cuatro en los que además de las orlas en los cuatro márgenes sobresale la inicial P con escenas temáticas sobre la Pasión.
“Capitula et orationes”
Detalle Libro Miniado S. XVI
Conocido como Diurnal o “Libro de horas del Prior”, fue elaborado en los talleres del Monasterio sobre 1495, catalogado como libro número 9, de tamaño 26×18 cm
Detalle Libro Prior
Cantoral “Officium Feriae V in Coena Domini, Feriae VI in Parasceve et Sabbati Sancti”
Elaborado en el taller de Guadalupe a finales del siglo XVI , aguada sobre pergamino, de tamaño 52×37 cm y catalogado como número 7.
En la colección de Guadalupe existen dos pasionarios de la segunda mitad del siglo XV de gran valor artístico y casi los únicos ejemplares conservados de la colección de ese periodo. Ambos contienen la pasión según los cuatro evangelistas y están decoradas con diversas capitales historiadas. El Libro número 7 cuenta con tres folios iluminados con orlas y otros cuatro en los que además de las orlas en los cuatro márgenes sobresale la inicial P con escenas temáticas sobre la Pasión.
Cantoral “Officium Vigiliae et Nativitatis Domini, Sancti Stephani et Sancti Joannis Evangelistae”
Cantoral “Officium Resurrections Domini”